Máxima incertidumbre rodea a los bancos y particulares tras las idas y venidas del tribunal supremo en cuanto a quien debe pagar los impuestos de transmisiones y los de actos jurídicos de una hipoteca.

El pasado jueves saltaba la noticia de que la sentencia del tribunal supremo dictaba que eran los bancos quien debía pagarlos, independientemente de que se pactase en escrituras lo contrario, lo cual abría la puerta a numerosas reclamaciones de hipotecas desde al menos el año 2014 (Lo anterior se presume prescrito, pero al no explicitarse en la sentencia abrir vías a varias interpretaciones jurídicas). Esto supuso el desplome de bancos en la bolsa y una incertidumbre para estas entidades sin precedentes en los últimos tiempos al verse abocados a perdidas de millones de euros.

Lo sorprendente es lo ocurrido al siguiente día, en el que el tribunal supremo dejo en suspense la resolución jurídica asegurando que la iba a revisar de nuevo (Y eso que la sentencia llevaría tiempo para publicarse). Los mercados respondieron con subidas en bolsa y aliviando la tensión económica del día anterior, pero dejando desamparados una vez más a numerosos particulares.

Se queda a la espera de que el tribunal supremo se pronuncie de nuevo para ver si se alcanza finalmente un dictamen definitivo el próximo 5 de noviembre.