Vender tu vivienda conservando el derecho a vivir en ella.

El creciente problema de las pensiones y las previsiones de que la situación vaya a empeorar es una importante preocupación para gran parte de la población. Con rentas a percibir mínimas en la actualidad muchos jubilados temen no poder pagar los numerosos gastos a los que se deben percibir. Ante este panorama cada vez adquiere mayor protagonismo la que podría ser una buena solución: la renta vitalicia inmobiliaria.

¿Pero en que consiste la renta vitalicia inmobiliaria?

Los propietarios de la vivienda venden solo la nuda propiedad del inmueble, reservándose su usufructo, de manera que pueden seguir viviendo y disfrutando del inmueble mientras reciben una cantidad de dinero. Una vez los propietarios fallezcan se extinguirá el usufructo y los compradores serán propietarios plenos del inmueble, pudiendo libremente hacer lo que quieran con la vivienda.

En algunos casos los interesados pueden pagar una gran cantidad adquiriendo de manera inmediata la nuda propiedad, mientras que en otros casos se paga una cuota mensual a los vendedores (La renta vitalicia inmobiliaria) hasta el ya mencionado fallecimiento de estos, resultando el complemento perfecto a las pensiones. Cabe destacar que esta modalidad solo se ejerce cuando los propietarios son mayores de cierta edad (Normalmente los 65 años) quedando los más jóvenes prácticamente excluidos por razones obvias.